Tu, yo, tuyo, mio, tuya, mio. Nada es mío.
Hay siempre uno, el todo se resume a uno, en este mundo habitamos todos juntos mientras al final se trata de uno. Lo que sea que experimentemos vive en ti de una forma distinta, en un lenguaje distinto.
Extrañamos porque existe el miedo, la pared, la negación de que sentirnos solos es una razón de no tener a alguien a nuestro lado, de no ser gratificados o observados o de no ser confirmados por alguien. Tantas palabras que no me llevan a nada mas que a hacerme lios si solo hablo y hablo.
¿Que te digo si todos vivimos algo distinto? No tengas miedo, estamos todos juntos y solos. Estamos confundidos, lejanos talvez hacia nuestra propia verdad. Como flor al sol, abre tu corazón a lo que sea que este pasando. Abrete al dolor. Abrete al amor. Abrete a la vida. Abrete a la muerte. Veelo de frente, suéltate. Déjate morir, déjate caer, déjate inspirar, déjate sentir. Déjate de encerrar, dilo, hazlo, vive en libertad. En la libertad de vivir en el riesgo de ser herido y de herir. Trasciende estas formas, esas palabras, esas vidas, esas ideas. Se la verdad.