Es un alivio sentirnos capaces de llamarnos adultos y adjudicarnos madurez y realidad en nuestra visión de las cosas. La palabra que nos rescata de parecer y actuar infantil y nos enfrenta directamente con lo que es.
Todos estamos perdidos en el transcurso de nuestras propias vidas, muy atentos a quien aparece y desaparece. Quiero formar parte de todos los juegos y nunca crecer aburrida. Crecer con armonía. No es culpa de nadie querer, es culpa mía, tuya y de todos pensar en lo que será.
Finalmente solo estamos esperando el siguiente momento y aprovechando este mismo. Mis palabras lucen convincentes pero la verdad es que sigo siendo libre de emociones, no importa que pase; alejate, acompañame, quiereme o sigue. Aprendí a querer de lejos, el mas sano de los cariños no requiere de demostraciones. Tantas reglas que no nos llevarían a nada, mas que a volvernos esclavos del futuro.
No es culpa de nadie actuar como actuamos, es solo expresión personalizada. Creatividad momentanea. Y ahora resulta que en lo profundo de las cosas no hay nada malo, que aquí nadie miente, nadie juega con nadie, nadie obra mal. Todos nos encontramos viviendo y disfrutando de nuestra fracción de tiempo, de vida, de chispa. Y aquí estamos, explotando sensaciones.
No hay sanación inmediata para lo que nos ocurre, se nos terminaron las pastillas de ilusiones, ya somos grandes y elegimos lo que queremos experimentar. Nadie busca nada solo seguir, remando sin rumbo, añorando encontrar algo o alguien que nos acompañe, que entretenga y teja un poco de nuestras vidas, mas allá de lo inesperado. Espero remar feliz, sin esperanzas de algo de alguien
Ya estamos grandes como para pedir deseos, ya somos grandes para hacer lo que queremos y consolar a terceros diciendo que ya somos adultos. La mas nueva generación de los adultos.
Todos estamos perdidos en el transcurso de nuestras propias vidas, muy atentos a quien aparece y desaparece. Quiero formar parte de todos los juegos y nunca crecer aburrida. Crecer con armonía. No es culpa de nadie querer, es culpa mía, tuya y de todos pensar en lo que será.
Finalmente solo estamos esperando el siguiente momento y aprovechando este mismo. Mis palabras lucen convincentes pero la verdad es que sigo siendo libre de emociones, no importa que pase; alejate, acompañame, quiereme o sigue. Aprendí a querer de lejos, el mas sano de los cariños no requiere de demostraciones. Tantas reglas que no nos llevarían a nada, mas que a volvernos esclavos del futuro.
No es culpa de nadie actuar como actuamos, es solo expresión personalizada. Creatividad momentanea. Y ahora resulta que en lo profundo de las cosas no hay nada malo, que aquí nadie miente, nadie juega con nadie, nadie obra mal. Todos nos encontramos viviendo y disfrutando de nuestra fracción de tiempo, de vida, de chispa. Y aquí estamos, explotando sensaciones.
No hay sanación inmediata para lo que nos ocurre, se nos terminaron las pastillas de ilusiones, ya somos grandes y elegimos lo que queremos experimentar. Nadie busca nada solo seguir, remando sin rumbo, añorando encontrar algo o alguien que nos acompañe, que entretenga y teja un poco de nuestras vidas, mas allá de lo inesperado. Espero remar feliz, sin esperanzas de algo de alguien
Ya estamos grandes como para pedir deseos, ya somos grandes para hacer lo que queremos y consolar a terceros diciendo que ya somos adultos. La mas nueva generación de los adultos.