Para que te digo que no, sin quien sabe.
Para que te cuento que quiero si esno me lleva a lo mismo.
Para que te cuento a quien admiro, no son, no es.
Los pajaros me envuelven el alma.
Las ojas soplan y cantan. La naturaleza me espera.
Cuando el colibri cae y me espera es porque algo me enseña.
En todo este mundo de palabras sin fronteras, definimos tanto el mundo que el mundo se vuelve cada palabra. Cada experiencia. Tuya y de que cada uno, que se resume de nuevo a recordar que es nada.
Que es igual si es a que no es porque como quiera ya se va, ya se fue. Ya.
No todo es comunidad, si no abarcamos en esta experiencia, si no nos soltamos por completo...
Entonces ya que. Cual es el punto... el punto es ese.
Descubrir la desmesurada energia que emana de nosotros, como un rio lleno de ruido.
Ruido fuerte, rudo ruido vivo.
Crujiente, sereno, violento, solemne, tranquilo o como sea que sea.
Aunque todos nos veamos iguales, de piel y huesos.
Que eso no signifique que tengamos que pasar la vida mirandonos unos a otros.
Brenda Mata
No hay comentarios:
Publicar un comentario